Las hierbas aromáticas son unas de las grandes aliadas de nuestra cocina. Nos aportan color, añaden sabor y consiguen dar un toque de distinción a nuestros platos. Da igual lo que estemos preparando, siempre podemos encontrar una que se adecue a nuestra idea. Y cuanto más fresca sea, más nos aportará.
Por esta razón, os presentamos un sencillo truco, con el AOVE como protagonista, que nos ayudará a mantenerlas como el primer día, preservando todas sus cualidades. Y es que el Aceite de Oliva Virgen Extra es un excelente conservante natural. Los antioxidantes ayudan a proteger los alimentos de los microorganismos que los deterioran.
Al molino de aceite también se le conoce como almazara. La palabra almazara es un término que procede del árabe.
Las almazaras actuales están más evolucionadas y mecanizadas. Facilitando al trabajador el proceso de prensa y recoleta.
Las almazaras actuales se compone de tres partes:
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Hierbas aromáticas
- Molde para cubitos de hielo
- Film transparente
El proceso es muy sencillo. Incorporamos las hierbas al molde para hacer cubitos (podemos picarlas o dejarlas enteras), rellenando dos terceras partes del volumen de cada hueco. A continuación, cubrimos con AOVE, tapamos con papel film y metemos en el congelador. Una vez que se hayan congelado, desmoldamos y pasamos a una bolsa específica para congelación a la espera de utilizarlas en aquellos platos que admitan aceite de oliva (lentejas, pollo al horno, guisos o unas simples pechugas de pollo a la plancha).