El interés por la cultural del olivar y del aceite de oliva está en auge. La internacionalización del AOVE, el mayor conocimiento de sus beneficios y la especialización del sector, ha conllevado que los visitantes extranjeros se interesen cada vez más por los procesos de elaboración del oro líquido, superando de manera considerable a los visitantes nacionales.
Las estrategias han pasado de centrarse únicamente en el producto final a potenciar el conocimiento de los procesos. Ya no sólo es importante el aceite o el empaquetado. Ahora también es esencial transmitir el trabajo que se lleva a cabo y explicar los pasos que permiten extraer un producto de calidad. Conocer el terreno, aprenderlo todo sobre el árbol y su fruto, disfrutar de los paisajes y patearse los olivares.
En este sentido, la provincia de Jaén se muestra una vez más como referente del sector. Más de quince mil personas visitaron el pasado año almazaras y olivares jienenses, unas cifras que seguirán creciendo con el paso de los meses debido al creciente interés de los turistas.
Aparte de conocer los procesos, los visitantes pueden realizar un importante número de actividades en torno a la cultura olivarera. Catas y degustaciones que permiten iniciarse en el conocimiento del aceite de oliva virgen extra, conocer sus variedades, identificar los matices, sus aromas, etc. Talleres de cocina con AOVE que fomentan una alimentación saludable y permiten conocer otros alimentos típicos de la zona. Excursiones campo a través, actividades deportivas, fotografía de paisajes, etc.
En definitiva, una oferta 360 que cierra el círculo en torno a este singular producto.
Además, el oleoturismo ha sabido presentarse como un turismo ajeno a las masas y respetusoso con el medioambiente, la cultura local y las técnicas tradicionales de la agricultura, por lo que es recibido con una manera de preservar las costumbres y la historia del aceite y del olivar.