Ante la disminución del consumo de aceite de oliva en España y otros países europeos, los productores están redirigiendo sus esfuerzos hacia mercados en expansión como Estados Unidos y China. Este cambio se debe a la escasez de producción y al aumento de precios provocados por el cambio climático, lo que ha afectado a las últimas cosechas. En el contexto internacional, las exportaciones han crecido significativamente, destacando el aumento del interés por las cualidades saludables del aceite de oliva.
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