Queda poco más de un mes para la Semana Santa, época de tradiciones gastronómicas en nuestra tierra. Por eso hoy os traemos una receta tradicional para que vayáis abriendo boca. Con el mejor sabor de de placer, sencilla de elaborar y deliciosa para toda la familia.
Y es que las torrijas nos han acompañado desde hace varios siglos sin pasar de moda. Desde los recetarios de cocina del siglo XVII, pasando por las tabernas madrileñas con un vaso de vino como acompañamiento hasta la cuaresma más reciente como manera de aprovechar el pan sobrante.
Con el paso de los siglos, las torrijas han experimentado diversas variantes y se han adaptado a diferentes cocinas del mundo, pero nosotros os traemos la receta de toda la vida, con cuatro ingredientes básicos y una preparación fácil y rápida.
Ingredientes:
- Pan
- Miel
- Vino Blanco
- Aceite de Oliva Virgen Extra deplacer
Para empezar ponemos aceite de oliva virgen extra deplacer en una sartén (de forma generosa), y lo calentamos a fuego lento. Mientras cortamos el pan en rebanadas no muy gruesas, colocamos vino en un plato hondo y mojamos el pan . Ligeramente, evitando que se empape, para a continuación introducirlo en el aceite caliente y freírlo hasta que esté dorado.
En otro recipiente colocamos la miel rebajada con un poco de agua (lo ideal es que pongamos 1/3 de agua por cada 2/3 de miel), y sumergimos las rebanadas de pan frito hasta que queden bien empapadas. Las sacamos y dejamos escurrir antes de ponerlas a la mesa. De manera opcional, podemos añadir un toque de canela, aunque esto va a gusto del consumidor.